|
A 138 años de su nacimiento, la Secretaría de Cultura de la Nación recuerda a este compositor salteño, narrador de paisajes, costumbres y sentires.

Año 1933. Juan Carlos Dávalos junto a su esposa e hijos: Celesia Elena de Dávalos, Hernán Dávalos y Arturo Dávalos. Fuente: Archivo General de la Nación.
Secretaría de Cultura de la Nación — Güemes, Patrón Costa, Michel Torino, son apellidos que resuenan en el territorio salteño. De esa estirpe proviene Juan Carlos Dávalos, el poeta andariego que engendró un semillero de artistas que dejaron su marca en la historia de la cultura argentina. Algunos de sus hijos, como Arturo León y Martín Miguel, se dedicaron a las letras; Ramiro fue pintor. Su hijo Jaime se convirtió en uno de los mayores músicos y compositores del folclore nacional, y junto a Juan Falú crearon varios de los grandes temas musicales que habitan en el cancionero popular como Canción del Jangadero, Tonada del viejo amor, Las golondrinas, Vidala del nombrador, entre muchos otros. En la actualidad es Julia Elena Dávalos, nieta de Juan Carlos y una de las figuras más conocidas en el ámbito folclórico, quien continúa la tradición.
Conocedor de los valles calchaquíes, de las yungas y los montes, Juan Carlos Dávalos nació un 11 de enero de 1887 por la zona de la Quebrada de San Lorenzo, a 10 km de Salta Capital, donde el agua surca la tierra y da origen a una frondosa vegetación. Su pertenencia a la elite salteña no impidió que pudiera adentrarse en el paisaje y en la vida de sus pobladores y construir, desde su mirada, relatos que nos hablan de los animales, de los hombres y las mujeres habitantes de la tierra, sus creencias y sus costumbres.
En una época donde no abundaba la narrativa local, Juan Carlos Dávalos fue el impulsor de una corriente genuina de la literatura regional del norte argentino. Comenzó a escribir acerca de las creencias y costumbres populares que había escuchado en su niñez contar a las criadas indígenas y los hombres de campo que trabajaban en su casa.
[…] La figura del gaucho también tuvo un lugar especial en su literatura. En su libro Los Gauchos (1928), Dávalos le dedica muchas páginas a la figura de Martín Miguel de Güemes, lo representa como un héroe gaucho y mestizo, símbolo cultural de Salta. «El gaucho es la primera, la más antigua, la más eficaz adaptación del europeo a la naturaleza indígena, y por eso resulta cronológicamente el primer argentino», escribe.
Dávalos llevó la figura heróica de Güemes al teatro en su obra La tierra en Armas, representada entre los años 1926 y 1928, y luego fue llevada al cine por Leopoldo Torre Nilsson en 1971 y protagonizada por Alfredo Alcón y Norma Aleandro […].
Leer el artículo completo.
|
|