|
Emilio Bernal Labrada, de la Academia Norteamericana de la Lengua Española — ESTIMADOS LECTORES: ¡Lo del título es doble error anglófilo (pronunciado por locutores y comentaristas)! En primer lugar, aunque no se crea, «comediante» no equivale en español a CÓMICO ni a humorista, sino a actor dramático. En segundo lugar, no hace ninguna falta el inglés stand-up (es normal estar «de pie» en escena) para definir al humorista: nuestro equivalente sería «monologuista», por lo cual el término quedaría en un «cómico monologuista» que divierte unipersonalmente.
Es de actualidad el tema de las absurdas «TARIFAS» (tariffs), que no son tales sino ARANCELES, con lo cual vamos directamente a la ruina. Eso sí, la tarifa (nivel, cota) del arancel puede ser prohibitiva en más de un sentido.
«PERSONAS» INNECESARIAS. Seguimos imitando al inglés noticioso mediante el empleo de esta voz en lugar de otras más específicas como «víctimas», «lesionados», «peatones», «conductores», «pasajeros», «obreros», «estudiantes», etc. También en ciertos casos basta con suprimir el vocablo; en lugar de «algunas personas se molestaron», basta con «algunos se molestaron» (¡no se trataría de gatos ni monos!); «personas involucradas» = «los involucrados»; «personas interesadas» = «interesados».
CASTING. Esta voz anglo cunde en el mundo hispánico, como si nos faltaran palabras. En el ámbito del espectáculo nuestro término es REPARTO, o bien ELENCO.
BILLONES Y TRILLONES. La diferencia entre el «billón» hispano y el anglo es astronómica: el de ellos equivale a mil millones y el nuestro a un millón de millones. O sea, casi nada: ¡sólo mil veces más! Por no hablar del trillion, que equivale precisamente al billón hispano. Podemos evitar esta inusitada confusión perfectamente empleando la voz «MILLARDO», que consta en el diccionario y significa mil millones. Así de sencillo.
«SOSPECHOSO AFRONTA PROBLEMAS LEGALES». Esta frase calcada de las anglonoticias (suspect faces…) carece del sabor hispano que tendría, digamos, «al sujeto impútansele diversos cargos», o bien «procesarán al acusado por varios delitos».
«DISPOSITIVOS DE MONÓXIDO DE CARBONO». No existen. Lo que sí es el DETECTOR de este mortífero gas.
«ESTAMOS BAJO ALERTA DEL TIEMPO». Usted, señor meteorólogo, estará «bajo» sabe Dios qué hipnosis temporal. Los demás, «ALERTADOS al MAL tiempo».
«CONSTRUIRÁN EL MURO CON MÉXICO». Creemos que no: «con» México no se construirá ningún muro. Sí, tal vez, una muralla fronteriza CONTRA los inmigrantes en busca de un mundo mejor.
«EL CONDUCTOR HUYÓ DE LA ESCENA». Huyamos nosotros de semejante engendro: ¿estaba el conductor acaso en un teatro? Si no, dígase en buen romance que el maléfico responsable de sabe Dios qué daños «SE ESCAPÓ», «SE DIO A LA FUGA».
LA PUBLICIDAD, PERSISTENTE PECADORA. El premio del mes se lo gana una cadena restaurantera: un cocinero le dice a otro esta inaudita frase: «Cuéntame sobre la barbacoa». Quiso decir: «Oye, ¿cómo te sale tan sabrosa la barbacoa?».
Una empresa jabonera emplea, en su anuncio en español, «body wash». ¿Qué, está prohibido decir «enjuague (o baño) corpóreo»? Se ha puesto de moda entre los anunciantes y locutores la transliteración del inglés para darle confianza al cliente: «Estamos aquí para ti». Ese «aquí», ¿precisamente dónde queda? ¿Allá o acullá? ¿No será que «¡Estamos a tu disposición!», o bien así: «¡Cuenta siempre con nosotros!»?
Si no fueran tan serias, dignas serían de un CÓMICO las insensateces que nos deparan las noticias y la publicidad hispanas. Huyamos, pues, de tales engendros, ¡capaces de costar a los incautos BILLONES y TRILLONES!
Emilio Bernal Labrada,
para su columna mensual titulada «Nuestro idioma de cada día».
|
|