| |

María Moliner
Compartimos la entrevista que, para la Academia Argentina de Letras, le hizo la académica de número Ángela Pradelli a la cineasta española Vicky Calavia, directora del documental María Moliner. Tendiendo palabras, sobre la vida de la bibliotecaria, filóloga y lexicógrafa española María Moliner (1900-1981), autora del Diccionario de uso del español.
Cualquier libro, en cualquier lugar, para cualquier persona
Siguiendo la huella de María Moliner, durante cuatro años y medio la cineasta española Vicky Calavia investigó y tomó testimonios en tres escenarios diferentes —Madrid, Zaragoza y Paniza—. Calavia, de Zaragoza como María Moliner, filmó más de treinta horas y el resultado es un hermoso documental que estrenó en 2017: María Moliner. Tendiendo palabras. El documental se vio en todos los Institutos Cervantes del mundo, fue subtitulado a siete idiomas y lo proyectaron dos veces en la Televisión Española. Recientemente, por los ciento veinticinco años de María Moliner, Maité Moret y Andrea Ariño, profesoras de la Universidad de Zaragoza elaboraron una guía didáctica sobre el documental, financiada por la Dirección General de Cultura del Gobierno de Aragón. La guía será distribuida en las escuelas. La directora rescata también el trabajo de María Moliner previo a la confección del diccionario, quien en 1931 junto al poeta Luis Cernuda y al bibliotecario Juan Vicens diseñó un Programa de Lectura que pertenecía al Patronato de las Misiones Pedagógicas y en el que también trabajaban María Zambrano, Antonio Machado, Rafael Alberti y varios artistas y escritores. «Cualquier libro, solía repetir María Moliner, en cualquier lugar, para cualquier persona». En ese marco se crearon más de cinco mil quinientas bibliotecas, muchas de las cuales fueron quemadas después de la Guerra Civil. Lo que sigue es el fruto de una conversación que mantuvimos, vía zoom, en la que la cineasta cuenta por qué y cómo filmó este trabajo.
1. María Moliner era de Paniza, que es un pequeño pueblo cerca de Zaragoza. Pero yo en realidad llegué a ella y a los diccionarios gracias a mi madre, que era maestra de escuela infantil. Mis dos hermanas y yo, a veces, le pedíamos ayuda cuando hacíamos los deberes. Entonces ella colocaba sobre la mesa un diccionario del año 1875, que había sido de mi abuelo. Yo tenía con ese diccionario una relación de amor-odio porque para mí significaba el sustituto de mi madre. Con el tiempo le fui cogiendo más amor hasta que me volví devota. Gracias a aquel diccionario de mi abuelo aprendí a escribir, a expresarme, y a usar mejor el lenguaje y la riqueza de la lengua española. Luego, una de mis hermanas estudio Filosofía y Letras y se compró el diccionario de María Moliner, en una versión reducida porque entonces era muy caro. Siempre he utilizado diccionarios para escribir guiones, para buscar sinónimos, para los títulos de mis documentales. Cuando empecé a hacer cine, documentaba para otros realizadores de Aragón Televisión. Trabajé para otro director, Emilio Casanova, en una serie que se llamaba Estampas, y que reunía cincuenta personalidades ilustres de Aragón entre los que estaban Francisco de Goya, Luis Buñuel, Pablo Gargallo, y sólo había cuatro mujeres. Una de ellas era María Moliner. Leí mucho material sobre ella, sobre su talento, su trayectoria. Una de las cosas que más me llamó la atención fue que en el final de su vida, María Moliner había perdido la memoria y tenía dificultades con el lenguaje. Justo ella, la mujer que lo había nombrado todo. Empecé a buscar documentales sobre ella, y sólo encontré uno, bastante antiguo, de la Televisión Española. Yo siempre había tomado personajes de cine, o relacionados con algo más artístico o cultural. Hacer un documental sobre una persona que había hecho un diccionario era un reto para mí por lo complicado. Empecé a desarrollar el guion, que también tiene una parte ficcionada en la que hay una actriz que va detrás de la huella de María Moliner, en las bibliotecas de Zaragoza. Buscaba su esencia, su halo más poético. Me interesaba que la primera parte del documental contara quién era María Moliner antes de empezar a hacer el diccionario, de dónde venía, dónde había aprendido a hacer esas fichas que luego usó como metodología para confeccionar su diccionario.

Vicky Calavia.
Fuente: Su sitio web.
2. Los escritores que convoqué para el documental aceptaron todos inmediatamente, también los filólogos y los lingüistas. Los miembros de la RAE se reúnen una vez por semana para revisar el diccionario y ampliarlo. Son más de cien personas. Me invitaron a que fuera a una de esas reuniones y entonces pude grabarlos a todos el mismo día. Algo curioso: por un lado, estaban reunidos haciendo las correcciones al diccionario de la RAE y al mismo tiempo, algunos iban saliendo para, en paralelo a esa reunión, dar sus testimonios para el documental de María Moliner. Todos fueron muy respetuosos y me hablaban de María Moliner como de una persona muy luminosa, y también con mucho amor. Debo decir que durante el rodaje aprendí muchísimo, tanto de los escritores como de los lingüistas. Fue como asistir a una masterclass, porque es gente que sabe muchísimo y se expresa maravillosamente.
Yo quería incluir el testimonio de alguien que hubiera aprendido a hablar el español con el María Moliner, y tenía previsto un casting en la Universidad de Zaragoza porque me habían dicho que allí había muchos inmigrantes de China, y sobre todo de Japón. Quería buscar el estudiante que se expresara mejor y que a su vez, diera bien en cámara. Por esos días me encontré en la calle con un amigo, Marco Dugnani, que es un bailarín italiano del Ballet de Milán y que ahora forma parte del Ballet de Zaragoza. Marco también es profesor y da clases de danza. Cuando le conté que estaba trabajando en este documental, me dijo que él mismo había aprendido el español con el María Moliner y que aún lo seguía usando todos los días. Suspendí entonces el casting e invité a Marco a participar en el documental […].
Seguir leyendo la entrevista.

El afiche del documental.
|
|