SESIÓN PLENARIA ESPECIAL
Santiago Kovadloff formó parte de la sesión con la que se inauguró el CILE

 


Foto: RAE

El VIII Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE), que se desarrolló en la ciudad argentina de Córdoba hasta el sábado 30 de marzo, se inauguró oficialmente el miércoles 27 por la mañana. El académico de número Santiago Kovadloff fue uno de los encargados de abrir el Congreso en la “Solemne sesión inaugural”, que se realizó a las 10 de la mañana en el remodelado Teatro del Libertador General San Martín, que fue la sede central del encuentro.

El VIII CILE comenzó con las palabras de bienvenida del gobernador de la provincia de Córdoba, Juan Schiaretti; y luego las de la secretaria general de la Secretaría General Iberoamericana, Rebeca Grynspan Mayufis; el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero; el director de la Real Academia Española (RAE) y presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), Santiago Muñoz Machado; el rey de España, Felipe VI; el presidente de la República Argentina, Mauricio Macri; y los escritores Santiago Kovadloff (Argentina), Carme Riera (España) y Mario Vargas Llosa (Perú), como representantes de la literatura española, latinoamericana y argentina. Fue la primera vez que una mujer habla en una ceremonia inaugural del CILE.

En el acto inaugural se anunció, que el próximo Congreso Internacional de la Lengua Española será en Arequipa (Perú), ciudad natal de Mario Vargas Llosa, quien dio la noticia en su discurso.


Foto: Prensa Presidencia

La Academia Argentina de Letras (AAL) fue mencionada en más de una oportunidad por los disertantes, quienes agradecieron a nuestra institución por formar parte de la organización del CILE. El rey de España, Felipe VI, destacó la publicación del Diccionario de la lengua de la Argentina (cuya tercera edición fue publicada hace pocos días y se presentó en el Congreso) y su riquísimo repertorio de términos argentinos que ayudan a entender el léxico local actual y de todos los tiempos.

Víctor García de la Concha, exdirector de la RAE y del Instituto Cervantes, quien no pudo asistir a Córdoba por problemas de salud, fue homenajeado en el acto con la primera Medalla de Oro del Congreso Internacional de la Lengua Española. El reconocimiento fue entregado por Santiago Muñoz Machado, Luis García Montero y José Luis Moure, presidente de la AAL, a Mario Vargas Llosa, quien lo recibió en nombre de García de la Concha. El filólogo español, en un agradecimiento transmitido en video, recordó su viaje a la Argentina para presentar la Ortografía y su visita a la AAL, así como la recepción que tuvo por parte de Ofelia Kovacci y José Luis Moure.

La inauguración del Congreso concluyó con el espectáculo folclórico “Lengua de Tierra”.




Juan Schiaretti

juan schiaretti
Foto: Cba24n

El gobernador de la provincia de Córdoba dio el primer discurso del CILE, que definió como “una conmemoración para nuestro querido idioma, una verdadera fiesta de la palabra. La ciudad de Córdoba palpita la cultura”.

“El Congreso nos hará más fuertes como hispanohablantes” —dijo Schiaretti— “Permitirá conocer la riqueza de nuestra lengua y nuestras expresiones culturales”. Agregó que la enorme mayoría de los hispanoparlantes vive en América, con una “diversidad inmensa, enriquecida por raíces culturales que nos hermanan en un mismo sentimiento y una misma lengua”.

El mandatario puntualizó la importancia de conocer la riqueza de la lengua y de las expresiones culturales, pues “la cultura es una de las formas que tenemos para amar lo que somos; y la lengua nos representa en casi todo y es la gran herramienta para producir cultura”.

Por último, Schiaretti apuntó que “estoy convencido que este evento y vuestra presencia aumentará la luz que irradia esta Córdoba que ilumina con fuerza federal desde el interior de la patria a toda nuestra Argentina”.


Rebeca Grynspan Mayufis

rebeca grynspan mayufis
Foto: La Voz

La secretaria general de la Secretaría General Iberoamericana afirmó que “en la interacción del español con las lenguas indígenas hay una gran bondad, un signo de convivencia. El mayor tesoro de Iberoamérica está en su diversidad. El español sabe vivir en la diversidad. El español nos ha hecho lo suficientemente iguales para saber ser distintos”.

Grynspan Mayufis calificó a la española como una “lengua colectiva, inclusiva, horizontal. Acepta usos y vocablos de forma policéntrica y plural”. Destacó las ediciones académicas del Diccionario panhispánico de términos médicos y del Diccionario panhispánico del español jurídico.

Advirtió que sigue habiendo una deuda: “El español es la segunda lengua del mundo pero no es la segunda lengua en la tecnología. En el mundo científico y tecnológico aun el español no está en los primeros lugares. Es algo paradójico. La tarea es tener un rol más decisivo en esas realidades del mundo actual. No podemos contentarnos con que nos traduzcan el futuro”. Y llamó a “construir un idioma espejo del mundo”.


Luis García Montero

luis garcía montero

El director del Instituto Cervantes dijo que el Congreso ayudará a “preparar un horizonte en el que América tendrá un papel decisivo”. Comenzó diciendo que “estamos aquí para hablar de América y del español y para defender que los emprendimientos tecnológicos deben ser inseparables de la ética, la educación, y la cultura humana y para recordar que la verdad poética de la lengua materna, más allá de cualquier prescripción, es la fuerza verdadera que da sentido a palabras como libertad, bondad y dignidad”.

En su discurso citó a los escritores argentinos Julio Cortázar, Daniel Salzano —”los poetas no se rinden nunca”— y Arturo Capdevila, y nombró a otros como Jorge Luis Borges, Juan Gelman y Atahualpa Yupanqui que “llevaron el idioma a su excelencia y a la memoria personal, y lo consolidaron como símbolo de un patrimonio común”.

García Montero habló de la importancia de “reconciliarse con la utopía modesta de la palabra verdad” y aseguró que “los retos del idioma tienen que ver con los retos de la convivencia democrática”. Celebró las “condiciones de igualdad de un patrimonio común y la vigilancia para que nadie se apropie de lo que no le pertenece”. Y dijo que el español está “pegado a la vida de la gente, a la transformación de lo cotidiano”.

El poeta señaló que el Congreso Internacional de la Lengua “lleva organizándose más de mil años, pero nuestro compromiso verdadero son los próximos mil. Nos reunimos acá para hablar del futuro como una apuesta compartida. La cultura y la educación parten su pan con la tecnología y la ciencia sobre un horizonte en que la lengua tendrá sin duda un papel decisivo”.

Citó un artículo de Julio Cortázar publicado en el diario español El País el 25 de junio de 1978, tiempos de la sangrienta dictadura argentina: “Como tantos latinoamericanos que escribieron y escriben en español a miles de kilómetros de sus patrias, mantengo el contacto con mis hermanos prisioneros o vilipendiados, escribo para ellos, porque escribo en su idioma, que siempre será el mío”.


Santiago Muñoz Machado

santiago muñoz machado
Foto: RAE

El director de la Real Academia Española (RAE) y presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), recomendó ciertas sesiones plenarias y paneles del CILE, repasó los principales temas que se tocarán y llamó a vivir el Congreso con una analogía con el inicio de Rayuela —recordando además la publicación de la nueva edición conmemorativa auspiciada por la Academia Argentina de Letras y coordinada por el presidente José Luis Moure—: como la novela de Julio Cortázar que se lee como dos libros, el Congreso se puede vivir de dos maneras, ordenada por cronograma o más desorganizada.

Santiago Muñoz Machado indicó que el objetivo del Congreso es “poner en valor al español como lengua americana”. Resaltó las aportaciones de las academias de la ASALE, y la intención de “ser inclusivos, abarcando tendencias nuevas y movimientos inéditos. Sumar e integrar, para mostrar al español como abierto, mestizo y compartido”.

Como un anticipo del homenaje que luego se le hizo a Víctor García de la Concha, de él enumeró sus principales valores y logros editoriales y dijo que consagró su servicio a nuestro idioma en el permanente dialogo con las academias y en la integración panhispánica.


Felipe VI

Felipe VI
Foto: EFE

El rey de España inició su discurso recordando que es la segunda vez que se realiza un CILE en la Argentina. “No se borraron aun los recuerdos del III CILE en Rosario: se produjo un cambio inesperado, la gente y la ciudad entera se adueño del congreso popularizándolo. Se convirtió en capital de nuestra lengua común. Se sentó un precedente, y los otros congresos se comprometieron a continuarlo. Y Córdoba hoy lo está haciendo”.

Felipe VI resaltó el espíritu inclusivo e integrador del encuentro. “Estos congresos nunca han pretendido llevar la marca de científicos, están abiertos de par en par a toda la sociedad, el programa abarca a la educación, la cultura, la tecnología y emprendimientos con mirada de futuro”, repasó.

En su discurso, el monarca cometió un furcio al recordar a “vuestro José (sic) Luis Borges, nuestro también por universal, dejó escrito que el idioma no es solo un instrumento de comunicación, sino una tradición y un destino”.

También reconoció a la Universidad Nacional de Córdoba, una de las instituciones organizadoras del CILE 2019. “Debemos saludar a su gloriosa universidad, fundada con la matriz de nuestra universidad de Salamanca, que acaba de celebrar su octavo centenario. La Universidad Nacional de Córdoba es universalmente conocida por el esfuerzo de responder a las exigencias de los tiempos, adaptando los principios básicos de libertad de pensamiento y los nuevos horizontes sociales. Le deseamos por ello que en esa línea ´viva, crezca y florezca´, como todas las universidades de la provincia de Córdoba, que renuevan día a día la tradición académica y acreditan con justicia el apelativo de su capital”.

Rescató que “en varias sesiones del congreso se prestará atención a la excepcional producción cultural argentina y en los más de doscientos actos populares programados por la provincia y el municipio se vivirá la riqueza del folclore y el arte argentinos, y particularmente cordobeses, en un brillante Festival de la Palabra”.

El rey valoró la publicación del Diccionario de la lengua de la Argentina (cuya tercera edición fue publicada hace pocos días y se presentó en el Congreso) y su riquísimo repertorio de términos argentinos que ayudan a entender el léxico local actual y de todos los tiempos.

“Somos 480 millones de personas que tenemos el español como lengua materna. Conocemos su larga historia, uno de cuyos momentos más delicados fue, sin duda, el de la independencia de los territorios ultramarinos. No faltaron entonces voces que demandaron también independencia en el ámbito del idioma, tan propio de América como de España”, afirmó, elogiando la amplia calidad literaria de excelencia que alcanzó América Latina. Evocó la figura de Andrés Bello, el intelectual que reivindicó un idioma “tan propio de América como de España” y precisó que “paradójicamente, el español iba a conocer su mayor expansión con el nacimiento y la consolidación de las jóvenes repúblicas americanas, que hallaron en él el instrumento indispensable de cohesión interna de cada comunidad y de fortalecimiento de los vínculos de relación entre ellas”.

“El porvenir del español es un compromiso de todos, de las instituciones públicas, de las instituciones privadas y también de la sociedad civil”, dijo.

“Este congreso quiere ser una celebración de la fraternidad hispanoamericana y un renovado compromiso para integrar diversidades, para luchar contra la pobreza y para hacer a nuestros pueblos más cultos, más prósperos y más felices en la libertad”, señaló el rey español.

Viva nuestra lengua, viva nuestra hermandad.


Mauricio Macri


En su discurso, el mandatario argentino resaltó el hecho de que Argentina es el primer país que recibe al congreso en dos oportunidades, y aseguró que esa “distinción” es un “reconocimiento al camino de integración al mundo que hemos emprendido”.

Subrayó que este encuentro “nos confirma que integramos esta gran comunidad de habla hispana y que comprendemos la importancia que tiene nuestra lengua en el mundo de hoy”.

Tras recordar que “la primera vuelta al mundo, una gran gesta de la humanidad, fue una hazaña española, ya que la expedición comandada por Juan Sebastián Elcano tras la muerte de Fernando de Magallanes fue financiada por la corona española” y dio inicio a la globalización, Macri afirmó que “a través de la lengua, se marcó para siempre un destino, el de unirnos en una hermandad inquebrantable”.

“Imaginemos si hablásemos acá argentino, y los peruanos, peruano; y los bolivianos, boliviano; y necesitáramos traductores para hablar con los uruguayos. Somos más de 500 millones de personas en todo el mundo. La lengua española, que es la segunda más hablada en el mundo, nos unió a través de algo tan propio del ser humano, que es el idioma en el que hablamos. Y a la vez nos permite expresar nuestra hermosa diversidad. Toda nuestra diversidad se cuenta con las mismas palabras. Al fin y al cabo, la lengua es nuestra casa”, aseveró.

“La lengua ha hecho mucho más que ayudar a comunicarnos con facilidad”, comenzó diciendo sin leer papel alguno, para luego sentenciar que “nuestra diversidad se cuenta en palabras”.

“Hablamos el mismo idioma, es algo que tenemos en común y que tenemos que usar para construir. Por eso la lengua es nuestro mayor activo, es la riqueza mejor distribuida de nuestra comunidad, y depende de nosotros mantenerla viva y ser protagonista en la tarea de hacerla valer”, cerró Macri su discurso.

“Apostar a la lengua es apostar al futuro. Nuestros hijos van a ser ingenieros, programadores, escritores, periodistas, cineastas y necesitan de la lengua para conectarse entre sí, desarrollarse, crear y llegar lejos”, aseguró el jefe de Estado Argentino.

Y planteó: “Nuestra lengua está viva, cambia como cambiamos nosotros, la lengua wasapea, tuitea, chatea, se viraliza, se mueve en todas las direcciones que se mueven nuestras sociedades y nuestra cultura, así que celebro este encuentro como una oportunidad para debatir y generar consensos”.


Santiago Kovadloff

santiago kovadloff

“Los americanos de lengua castellana no somos herederos de España, porque España no ha muerto ni morirá jamás. No seremos sucesores, sino contemporáneos en el orden espiritual al que aportamos lo que somos. Vinimos después para coexistir con ella. Somos naciones igualmente libres. Con las diferencias que nos distinguen”. Así empezó el escritor, traductor, filósofo y académico de número de la AAL, agregando que el CILE tiende un “sólido puente de coincidencias, para desplegar las propias subjetividades”.

Su discurso se centró en la importante de la “fe literaria”, en la “ardiente necesidad del decir” de quienes trabajan con el lenguaje. “El escritor es un hombre de fe, su vocación es una fe literaria. Que no es garantía de belleza y expresividad. Escribir es dar cumplimiento al encuentro de la realidad con la palabra”, afirmó. Rescató el placer de la palabra, “el goce inconfundible de la literatura”.

“La fe literaria es la fe de duda y entrega, de diaria alegría y diarias penas. De trabajo y frustraciones” —reflexionó Kovadloff—. “El hombre dispone de la palabra y la palabra dispone del hombre. Al hombre lo acosa o lo apremia el deseo de escribir”. Y trazó una analogía del texto como transmisión de vida, como oferta primordial del escritor al lector.

El intelectual argentino puso el acento en lo que calificó como el mayor de los miedos de hoy: “El miedo a la paz”. “En estos días, la violencia nutre su impulso en un miedo más poderoso que el miedo a la guerra: el miedo a la paz, que cuando prospera obstruye el cauce de los conflictos más elementales”. Destacó que circulan por estos días “discursos violentos donde se evidencia no el miedo a la guerra sino el miedo a la paz” y que abundan “brutales evidencias de un fervor maniqueo”.

Y por eso, declaró, “este es un tiempo que convoca al escritor, que lo solicita desde su más íntima indigencia”. “Bien lo sabe el hombre de fe literaria, en horas de tanto desprecio por lo literario, por el enfrentamiento cordial. El hombre de fe es un hombre enamorado”, concluyó.


Carme Riera

carme riera
Foto: RAE

La escritora y académica de número de la RAE celebró que “es la primera vez que una escritora es invitada a hablar en la magna ceremonia de inauguración del Congreso Internacional de la Lengua Española y también la primera vez que se convida a alguien de obra bilingüe, ya que escribo en castellano y en catalán”.

Citó a Gabriel García Márquez y su obra Cien años de soledad, por un episodio de la novela que la retrotrajo a cuando los españoles llegaron a América, y que cuando nombraban las cosas debían señalarlas porque carecían de nombre.

Puso el énfasis en la importancia de la traducción: “Los cronistas y los religiosos que vinieron al nuevo mundo con el ánimo de evangelizar se refirieron con frecuencia a la imposibilidad de no entenderse. Sabemos que fueron los frailes los más interesados en aprender las lenguas autóctonas. La introducción de la lengua castellana fue lenta, lentísima, y de ahí la importancia de los traductores. La lengua de Castilla no se impone hasta el siglo XVIII”, repasó Riera, y comentó que a partir de la independencia de las distintas naciones americanas el castellano se convirtió en hegemónico.

Tras repasar la llegada española a América, la escritora española destacó que “el enorme respeto que siento por el tesoro de las lenguas indígenas, que a mi juicio deben ser preservadas, no me impide en absoluto mostrar mi alborozo por el hecho de que ustedes y nosotros hablemos la misma lengua y que esta misma lengua, el español, sea tan suya como nuestra. Debemos mirar al futuro para fortalecer nuestra lengua”.

“Las lenguas son cristales a través de los cuales contemplamos el mundo. Tal vez por eso es importante conservar características que nos identifiquen. Pese a la variedad de las diferentes naciones que ya hablan español, el cristal del español nos transparenta de modo particular”, precisó. “No hablamos con nuestra lengua, sino que la lengua habla por nosotros”, dijo parafraseando a Octavio Paz.

Riera habló también del escritor mexicano Carlos Fuentes, quien “aseguró que el español es una lengua de rebelión y de esperanza. Rebelión de las jóvenes repúblicas al separarse de la metrópoli y esperanza de que con la independencia todo habría de mejorar. Hoy la rebelión y esperanza sigue articulándose en lengua española”. Puso a Borges, Sábato y Ruben Darío como canalizadores de la riqueza del idioma español.

“Hasta hace muy poco, las mujeres no hablaban, sino que eran habladas. Las mujeres, en todas las lenguas, hemos sido habladas en vez de hablar, pero eso está cambiando a marchas forzadas y de manera imparable. Si la lengua es la piel del alma, el alma no es femenina ni masculina, o sí: es masculina y femenina a la vez”, sentenció, aunque tomó distancia de algunos fenómenos como el lenguaje inclusivo, porque “el acento debería estar puesto en igualar los sueldos, más que igualar los términos”.

Concluyó contando la historia de la palabra canoa (que hablaban los habitantes de la primera isla a la que llega Colón), el primer término americano en introducirse en el español peninsular. “Bienvenidas las canoas que permiten establecer los canales que nos unan”.


Mario Vargas Llosa

mario vargas llosa
Foto: Clarín

El Nobel peruano Mario Vargas Llosa comenzó su discurso diciendo que “no se ponen de acuerdo sobre cuántas lenguas y dialectos existían en América Latina a la llegada de los españoles y de los portugueses —por lo menos 1.500 dicen unos, otros elevan la suma a 3.000—, pero los americanos no se entendían y por eso se mataban. América era una torre de Babel antes de la llegada de los europeos”.

Vargas Losa remarcó que, sin embrago, “las controversias que generó la conquista desaparecen cuando se trata de la lengua. Nadie discute la importancia que significó para América el unir en una sola voluntad de expresión, en una sola lengua, la extraordinaria diversidad que la caracteriza”.

“La injusticia de los indios en América es un problema vivo hoy, y nos golpea la conciencia de los latinoamericanos que no hemos podido resolverlo”, dijo en un discurso en el que hizo un reclamo a México y a su presidente Andrés Manuel López Obrador por los millones de indios marginados, pobres, ignorantes y explotados que aún hay en ese país y en todos las naciones latinoamericanas.

“Las controversias de la Conquista se acallan cuando se trata de la lengua”, siguió, destacando el valor del español en la unión de pueblos tan disímiles y variados como son los hispanohablantes.

Vargas Losa sostuvo que “cuando la lengua española llegó a nuestras costas, montañas, desiertos, selvas, llegaron muchas otras cosas: Grecia, Aristóteles y Platón, Roma con sus juristas, el Renacimiento. Llegaron unos valores que son lo mejor de esta cultura occidental: el derecho de crítica y una conciencia moral que juzga nuestros actos y es capaz de condenarnos por no haber resuelto un problema que comenzó hace cinco siglos”.

“La lengua española nos hermana en una gran confraternidad. Una lengua no solo es vehículo de comunicación, también es vehículo de ciertos valores, conocimientos, cultura. Y de derechos y conciencia moral”, afirmó.

“La lengua española —resumió—, nos trajo esa conciencia moral y nos hizo ciudadanos de una cultura que introdujo instituciones más avanzadas y progresistas como la democracia, y la idea de una cultura contradictoria capaz de criticarse a sí misma y de ser muy severa en aquello en lo que faltó o se extravió”.

“La lengua que hablamos es de una fraternidad indiscutible. Estos congresos” —agregó— “contribuyen a cimentar esa fraternidad y a mantener vivos los indispensables intercambios para que esa lengua esté constantemente enriqueciéndose con aportes que proceden de los cinco continentes, hermanándonos e integrándonos”, añadió el Nobel nacido en Arequipa en 1936.

El español se trata de “una lengua que tiene una vitalidad indiscutible” afirmó, aunque advirtió que “no es producto de las academias, como creen algunos ingenuos. Las academias no crean la lengua, la crean los hablantes y escribientes. Las academias recogen eso que hacen quienes hablan un idioma”.

“Es verdad que en el pasado la Real Academia Española, a la que pertenezco, mantenía cierta altivez frente a las academias americanas, pero eso no ocurriría hoy —sostuvo—. La Real Academia es tan sensible, tan susceptible de ser acusada, por ejemplo, de imperialista, que a los americanismos los introduce en el diccionario aún antes de que nazcan o que pasen la prueba de la academidad”, en una manifestación que recibió el aplauso de la gente.

Por último, Vargas Llosa se anticipó a la decisión oficial e hizo un importante anuncio: Arequipa, su tierra natal en Perú, será sede del próximo congreso.


Homenaje a Víctor García de la Concha


Mario Vargas Llosa recibe la medalla de homenaje a Víctor García de la Concha, de manos de José Luis Moure, Santiuago Muñoz Machado y Lusi García Montero. Foto: RAE

Al finalizar la sesión inaugural se realizó un Homenaje a Víctor García de la Concha en reconocimiento a su aporte en la construcción de la lengua plural y colectiva. Al exdirector de la Real Academia Española (1998-2010) y del Instituto Cervantes (2012-2017) se le entregó la Medalla de Oro del Congreso Internacional de la Lengua Española. Como estuvo ausente por motivos de salud, Mario Vargas Llosa recibió la medalla en su nombre de manos de José Luis Moure, Luis García Montero y Santiago Muñoz Machado.

Fue la primera vez que se entrega la medalla conmemorativa, que lleva la efigie de Antonio de Nebrija, autor de la obra que los evangelizadores llevaban para enseñar la lengua en América.

Antes de la entrega se proyectaron dos videos. Uno de homenaje con imágenes y videos que resumieron la trayectoria de García de la Concha. Y otro grabado por él mismo con sus palabras de agradecimiento.

En este segundo video, el filólogo español agradeció el acto que “rinde homenaje al servicio de nuestra lengua”. Narró que su relación con América —pese a haber tenido vínculos familiares desde pequeño— cambió en diciembre de 1998, cuando fue elegido director de la RAE y los reyes le encomendaron que forme una sola academia con todas las academias.

Habló de su compromiso por una política lingüística panhispánica. Recordó sus visitas a Chile, Argentina y México. Sobre sus recuerdos de la Argentina, dijo que la entonces presidenta de la Academia Argentina de Letras Ofelia Kovacci lo esperó en la institución, junto con José Luis Moure. Y que allí fue advertido de que no recogía la gramática algo tan argentino como el voseo. Se puso como meta trabajar juntos para lograrlo. Luego la AAL pasó a ser de asociada a correspondiente de la RAE.

Otros hitos que contó fue el Congreso en Medellín en el que se aprobó por unanimidad la nueva Gramática, la primera del español total; su labor como director del Instituto Cervantes luego de dejar la RAE; y logros como el lanzamiento del examen SIELE y la sede abierta en la Universidad de Harvard (el Observatorio del Español en Estados Unidos).

Indicó que “una lengua unida puede ayudar a la fraternidad de los pueblos”. Y nuevamente agradeció el “homenaje a quienes trabajan al servicio de la más hermosa lengua castellana”.

 

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